Oskar es un chico muy especial con una gran capacidad intelectual. El día en que celebra su tercer cumpleaños decide dejar de crecer, pues siente una discrepancia con el enloquecido mundo que ve a su alrededor en los albores de la Segunda Guerra Mundial. Reniega del mundo que le ha tocado vivir y cuando le regalan un tambor de hojalata expresará con él su protesta contra la mentalidad de clase media de su familia y vecinos, pasivos ante el auge del nazismo.