En un pueblo del noreste de Inglaterra, donde la mina cerró y la gente se siente abandonada por el sistema, queda allí un último pub llamado The Old Oak. Muchos jóvenes se han marchado y lo que una vez fue una comunidad próspera y orgullosa lucha por mantener vivos los viejos valores. Las casas son baratas y están disponibles, pero no para de crecer la ira, el resentimiento y la falta de esperanza. Allí serán dirigidos los últimos refugiados sirios que han sido acogidos por el gobierno de Gran Bretaña en los últimos años.