Alex y Natalia Dunn es un matrimonio seguidor de la teoría del decrecimiento: residen en un pueblo de la España vacía, desde han conseguido hacerse un hueco como autores de cuentos infantiles. Pero todo se trunca cuando muere su único hijo, a punto de cumplir los diez años. Cinco semanas después de la fatídica tarde en que el estado del niño se agravó y salieron de casa con lo puesto, regresan por primera vez al que fue su hogar, con propósitos distintos: Natalia, hacer las maletas seguir adelante por su cuenta; Alex, convencerla para que se quede con él.
El hallazgo de un mensaje de Jonah, que los invita a embarcarse en un juego de pistas, trastoca sus ideas y pone a prueba sus convicciones. Lo que sigue es un descenso a los infiernos de unos padres en su lucha desesperada, irracional, por arrebatar a su hijo de las manos de la muerte.