Poco se sabe de la figura de Isabel Santaló, una artista hoy olvidada. Pero de tanto en cuanto algunas visitas aparecen en su casa. A través de ellas, y de la voz de Antonio López (El sol del membrillo), el único pintor de su generación que la recuerda, se perfila una película que narra su historia. Un retrato cinematográfico que, una vez bien avanzado el metraje, se transforma. Una película sobre la memoria y el olvido, sobre el Arte y el proceso creativo, sobre qué significa ser mujer y una artista.