Taeko es feliz en su matrimonio con Jiro y con el hijo que ella tuvo con otra pareja: Keita. Sin embargo, todo cambia de manera inesperada cuando el pequeño sufre un accidente que hará que su idílico mundo se venga abajo. Tras el repentino regreso de Park, el padre biológico de Keita, Taeko empezará a plantearse una nueva meta en la vida: aunque para ello deba romper con todo lo que había conseguido hasta entonces.