La producción de Hugo de Ana, en la que el anfiteatro romano de la Arena de Verona se convierte en un enorme jardin del amor, un laberinto de setos y rosas gigantes, como un lugar para las intrigas del melodrama más famoso y querido de Gioachino Rossini, enriquecido por la divertida coreografía de Leda Lojodice y caracterizado por las rosas sugerentes y gigantescas que enmarcan la historia de Rosina, del Conte d'Almaviva y del factotum Figaro.