Durante las protestas en Venezuela, Simón (Christian McGaffney) y sus compañeros son detenidos, siendo víctimas de tortura. Obligado a huir de Venezuela, se convierte en solicitante de asilo y se dirige a Miami. Inmigración le informa de que, una vez obtenido el asilo, no podrá regresar a su país. Simón enfrenta tanto trauma como culpa y debe tomar la decisión de si quedarse en Miami y empezar una nueva vida o volver a su país para enfrentar una tiranía.